De no corregir las irregularidades en el sector, se temen más pérdidas patrimoniales en los ahorradores, ahora por cancelación de cuentas bancarias a Cajas de Ahorro. Cooperativistas promueven denuncias penales.
Las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SCAPS) de nivel básico, están impedidas para constituir depósitos a la vista o a plazo en instituciones de crédito, como también tiene prohibido realizar inversiones en valores gubernamentales, bancarios y de sociedades de inversión en instrumentos de deuda, por tanto, no es justificable la apertura de cuentas bancarias.
Lo anterior, según el artículo 14 de la actual ley regulatoria que solo permite la constitución de depósitos bancarios a las que han alcanzado Nivel 1 en adelante.
Las sociedades cooperativas básicas son aquellas cuyo monto total de activos no rebasa el límite equivalente en moneda nacional a las 2’500,000 UDIS, algo así como poco más de 12 millones de pesos y por esta razón no requieren de la autorización de la Comisión para realizar operaciones de ahorro y préstamo, pero no por ello pueden disponer libremente de los ahorros de sus socios, existen reglas para ello.
Las tasas de interés que aplican las cajas de ahorro son altísimas, mayores a las bancarias, en perjuicio siempre del socio ahorrador, más el cobro de interés también elevado en la colocación de créditos, no se refleja en los bolsillos del ahorrador sino en los bienes de lujo del cooperativista.
Esas tasas de interés fuera de contexto legal y la sucia forma de administrarlas en las SCAPS de nivel “básico” son las que han dado al traste con el verdadero espíritu del auténtico cooperativismo, lo han pervertido y los empresarios cooperativistas pequeños no quieren aceptar que se trata de un verdadero negocio consolidado en sus socios, principalmente de clase baja – baja.
Ninguna Ley puede advertir ni fraude, ni delito alguno porque no requieren de regulación de la Comisión Nacional Bancaria, la entrega de estados financieros es semestral y no auditados, no hay manera de acreditar ni captación ilícita, ni desvío de fondos, se trata pues, de empresas que se supone operan “de buena fe”, sin ánimo de lucro, cuyo objeto social es la ayuda mutua y dentro de una misma comunidad, lo cierto es que ni se aplica, ni se cuida que así sea, aunado a que un gran número de ellas son fantasma.
Actualmente las instituciones bancarias están cancelando cuentas de estas sociedades cooperativas o cajas de ahorro, ahora la banca pretende acomodar de manera arbitraria lo que en la práctica hace años se permitió, algo que el Ejecutivo Federal no ha querido enmendar en su propuesta de reforma financiera.
La negativa de los bancos para abrir cuentas a cajas de ahorro obedece a que según dicen, se trata de entidades reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores al igual que ellos (bancos) y sería tanto como que una Institución abriera una cuenta bancaria en otro banco que les generara mejor ganancia que el suyo, con el dinero de los propios ahorradores, y claro que tienen razón los banqueros.
Entonces, ¿de que tanto se duelen los cooperativistas, luego de que los Bancos han comenzado a cancelarles sus cuentas bancarias, que no se supone que el dinero en ellos invertido debe utilizarse para fines solidarios y de proyectos entre sus socios a favor de su comunidad?.
Para que quiere una caja de ahorro depositar el dinero de sus socios ahorradores en la banca, si para eso también es una entidad financiera y la ley le ha conferido facultades de captación y administración propia, ¿para que tener guardado el dinero del ahorrador popular?
¿Que no se supone que una caja de ahorro, opera muy distinto de una Institución Bancaria y tiene otros fines?.
Y que no entonces, debe una caja de ahorros, prestar servicios “solidarios” justamente donde los bancos no llegan, porque la queja y porque la disconformidad.
La Ley de Sociedades Cooperativas de 2009, en su artículo 6, señala que una Sociedad Cooperativa tiene entre otros principios: “La de Administración democrática”, lo cual significa que serán sus propios socios los que determinen la mejor forma de administrar los recursos captados, es solidaria la operación y no financiera como en los Bancos.
La misma legislación establece que, la distribución de los rendimientos generados en la cooperativa deberán ser proporcionalmente participados en los socios, es decir, el dinero que se obtenga como ganancia de algún proyecto en común (cooperativo) será repartido entre los iguales, generando así un perfecto «bien común».
Ahora bien, dentro de las obligaciones de las cooperativas instauradas la gran mayoría en zonas de escasos recursos y marginados, se encuentra el «fomento» de la educación cooperativa y de la educación en la economía solidaria, ninguna caja de ahorro actual lleva al cabo estas labores solidarias.
Se han olvidado por completo de hacer el bien, de la ayuda mutua y contrario a ello, operan sus empresas de manera similar a una enorme pirámide, una mega tanda de dinero que cuando te toca tu número (vencimiento del pagaré), te devuelven íntegro tu capital más intereses, claro está de tener el capital que te corresponde.
En caso de no contar con tu dinero (ahorro) el día que te corresponde, te envuelven en una historia financiera para que termines reinvirtiéndolo, mediante el otorgamiento de un punto más porcentual de ganancia en tu tasa de interés, si no, no es negocio.
Reinvertir tu dinero en la Caja de Ahorros, con la legislación actual, significa hacerte creer que has conseguido un atractivo aumento en tu inversión, te hacen creer que ha crecido tu inversión con un atractivo interés, sobre el interés anteriormente capitalizado, pero eso no es cierto.
Ni el interés ofertado es cierto, y tu capital ya fue colocado previamente en algún activo de lujo en beneficio de quien administrar la Cooperativa, eso es la reinversión de tu dinero.
Carecemos de un sistema económico social o solidario, es por ello que las sociedades cooperativas se encuentran contempladas dentro del sistema financiero mexicano, entonces si las SCAP´s son instituciones que proporcionan un servicio a poblaciones a las cuales los bancos no llegan, no habrá necesidad de, a su vez, depositar el dinero de los ahorradores o inversionistas en un banco.
Una Caja de Ahorro no debe funcionar captando fondos o recursos monetarios y colocarlos mediante préstamos, créditos u otras operaciones pero entre sus socios.
No debe ser una sucursal bancaria para llevar o traer el dinero de sus ahorradores, de las comunidades a los grandes bancos de la capital, como tampoco deben buscar obtener mejores ni mayores dividendos en los plazos que les concedan la banca, esos intereses no serán repartidos jamás entre los socios de la cooperativa, se los quedará el administrador en su propio beneficio.
Si la intención de una caja de ahorros, es depositar el dinero del ahorrador en una Institución Bancaria para garantía de su conservación, definitivamente algo está mal, porque entonces la finalidad de la cooperativa no se está cumpliendo, si no se utiliza el dinero captado en proyectos de los propios socios, algo más está mal, y si le agregamos que no se fomenta una economía solidaria, pues todo el sector está mal.
Recordemos que el dinero que están devolviendo los bancos a las Cajas de Ahorro no es de la cooperativa, ni del empresario, es del socio ahorrador.
Será entonces, la cancelación de cuentas y devolución de dineros, una forma más para hacer creer al ahorrador que su inversión ha desaparecido porque el banco cerró la cuenta bancaria o simplemente se les dirá que el dinero se lo quedó el banco y ahora el problema se revertirá a las instituciones de crédito.
Dense cuenta mis lectores, de toda la problemática que se genera por no tener una organización legislativa acorde a la realidad y actualizada en el sector solidario.
Sepan amigos ahorradores solidarios que por más que lloren los cooperativistas por conservar su negocio redondo logrado con el patrimonio de ustedes mismos al través de su súper pirámide popular, el Gobierno Federal y la Banca no atenderán esas quejas.
Lo sabemos, y el patrimonio del ahorradores terminará guardado bajo el colchón de que quien administra la caja, millones de pesos propiedad de los ahorradores.
Dicen que la cancelación de las cuentas obedece a un esquema de protección en contra del lavado de dinero, que por cierto no está justificado porque estas sociedades ya están debidamente reguladas, se supone que su ley reglamentaria ya endurece penas con relación a este tipo de transacciones ilícitas.
La verdad de las cosas es que mientras no se modifiquen las actuales “leyes financieras” en materia de ahorro y préstamo, las autoridades continuarán sordas y ciegas ante los ilícitos continuos de las cajas apócrifas o patito, por conveniencia mutua.
Tampoco actuarán ante los patrocinios escandalosos de cajas grandes a equipos profesionales del deporte y más aún ante el pago de descomunales sumas de dinero a grandes empresas televisoras por promocionar su «bienestar social» por parte de las Cooperativas ya reguladas, así es el cooperativismo mexicano.
Como si la gente de la sierra de Oaxaca o de la montaña de Guerrero tuviera electricidad o televisión para saber que la mejor opción para ahorrar la remesa que le han enviado del extranjero es en la empresa cooperativa que apareció en el programa de concursos de Televisa.
Como si así se fomentara educación financiera.
Hacen bien los bancos en separar tendencias financieras, hace mal el Sistema Financiero que lo permite, hace mal el Federal que se deja manipular tan fácilmente por parte de la banca, hace mal el ahorrador por seguir confiando su dinero en empresas fantasmas, mal estamos todos, muy mal.